lunes, 28 de abril de 2008

GENTE IMPORTANTE


LA PREGUNTA MÁS IMPORTANTE


Durante mi segundo semestre en la escuela de enfermería, nuestro profesor nos dio un examen sorpresa. Yo era un estudiante consciente y leí rápidamente todas las preguntas, hasta que leí la última:

"¿Cuál es el nombre de la mujer que limpia la escuela?"

Seguramente esto era algún tipo de broma. Yo había visto muchas veces a la mujer que limpiaba la escuela. Ella era alta, cabello oscuro, como de cincuenta años, pero, ¿cómo iba yo a saber su nombre?

Entregué mi examen, dejando la última pregunta en blanco.

Antes de que terminara la clase, alguien le preguntó al profesor si la última pregunta contaría para la nota del examen.

-Absolutamente- dijo el profesor. -En sus carreras ustedes conocerán a muchas personas. Todas son importantes. Ellos merecen su atención y cuidado, aunque sólo les sonrían y digan: "¡Hola!"

Nunca olvidé esa lección. También aprendí que su nombre era Dorothy.

Jaume Soler. Aplícate el cuento.

domingo, 27 de abril de 2008

LOS ESPEJOS

"Se cuenta que una mujer estaba sentada a la entrada de una gran ciudad. Se le acercó un viajero y le preguntó:
-Dígame buena mujer… ¿Cómo es esta ciudad?
-¿Cómo es la ciudad de donde vienes? –le preguntó ella.
-No es demasiado interesante –respondió el viajero-.
Es una ciudad triste, con gente desagradable y muchos problemas. Por esto me marché y busco un lugar mejor.
-Lo siento mucho –dijo la mujer-. Esta ciudad donde entrará es idéntica a la suya.

El viajero se fue cabizbajo. Después de un tiempo, un nuevo viajero llegó a las puertas de la ciudad, vio a la mujer y le preguntó:
-Dígame, buena señora … ¿Cómo es esta ciudad?
-¿Cómo es la ciudad de donde viene? –le preguntó la mujer.
-¡Ah…! Es una buena ciudad y muy interesante. Allí encontré buenos amigos y desarrollé grandes proyectos. Es una ciudad próspera y buena para vivir. Me fui para conocer lugares nuevos y así aprender.
-¡Está de enhorabuena, señor! –dijo la mujer-. ¡Esta ciudad es idéntica a la suya!
(Antiguo cuento oriental)

Vemos el mundo tal como nos vemos a nosotros mismos, somos espejos que percibimos la realidad a través del filtro de nuestros ojos. Despreciamos los aspectos negativos de otras personas porque en realidad habitan dentro de nosotros. Y amanos o proyectamos o inventamos aquellas maravillas que poseen los demás, pero que en verdad son las virtudes que más valoramos de nosotros mismos.
Así, tal y como nos sintamos, así sentiremos el mundo.

miércoles, 23 de abril de 2008

POR QUÉ HABLARÉ HOY DE MI AMIGA MARTA


Porque le gusta hacer pompas de jabón.
Porque sabe mirar.
Porque entiende el absurdo.
Porque construye puzles.
Porque disfruta de las cosas simples.
Porque está buscando.
Porque no le importa esperar.
Porque siempre escucha.
Porque hace fotos a los pies.
Porque chupa el agua del mar.
Porque ya van para veinte años.
Porque conoce mis secretos.
Porque ha aprendido a decir no.
Porque su color favorito es el verde.
Porque soy afortunada por haberla conocido.
Porque es mi mejor amiga.
Porque la quiero.
Porque estará siempre.
Porque de eso estoy segura.
Porque existen mil porqués más.
Y porque siguen creciendo...
Como ella.


domingo, 20 de abril de 2008

DROGADICCIONES


Como el drogadicto que necesita su droga y todo le recuerda a ella, así me siento yo hoy.
Estoy asomada a la ventana y el olor a tierra húmeda me lleva de repente a ese día nublado en que fui al Castaño del Robledo a comprar mermelada. Hace un momento me preparé un té con miel y su sabor me llevó al día en que me quedé a dormir en Benamahoma y salí al patio a contemplar la montaña que tenía enfrente. Esta mañana, cuando me estaba lavando la cara, me vino la misma sensación que tuve cuando me bañaba en la alberca de Jubrique este verano, con un paisaje de fondo que daba vértigo mirar...
Hay días en que las adicciones se alían con la memoria y ésta se vuelve completamente loca. Hoy es ese día. Todo me recuerda a mi droga. Nadie sabe. Nadie. Las ganas que tengo de ir al campo.

miércoles, 16 de abril de 2008

DESPOJARSE DE TODO


En la isla de Vancouver, cuenta Ruth Benedict, los indios celebraban torneos para medir la grandeza de los príncipes.
Los rivales competían destruyendo sus bienes.
Arrojaban al fuego sus canoas, su aceite de pescado y sus huevos de salmón; y desde un alto promontorio echaban a la mar sus mantas y sus vasijas.

Vencía el que se despojaba de todo.

(E. Galeano)

lunes, 14 de abril de 2008

LOS HIJOS


Mi hermano va a tener un niño a finales de año. Y comprendo sus miedos, sus dudas. Y entiendo que intuya que tras ese acontecimiento hay un antes y un después, aunque no sepa en qué va a consistir el cambio.
Yo no voy a darle consejos, porque la vida me está enseñando a dar cada vez menos, pero sí quisiera transmitirle que desde que nacieron mis dos hijos, veo el mundo igualito a este cuadro, y estoy sumergida en los colores, olores y sabores que ellos me regalan cada día, cada vez que los miro, que los observo, que los huelo, que me los como, que me hablan, que me escuchan, que se rebelan, que descubren, que se enfadan, que se despiertan, que desean, que dicen que no, que comprenden, que inventan, que viven en definitiva. Creemos que nosotros les enseñamos cosas, pero son ellos los que nos regalan esta visión del mundo, esa que olvidamos hace tiempo. Si sabemos ver la imagen que nos ofrecen, los miedos, las dudas, el cansancio o la frustración son sólo pequeños planetas negros dentro de un gigantesco universo de colores, listo para que lo disfrutemos.
Enhorabuena, José M.

viernes, 11 de abril de 2008

LA SUERTE


No creo en la suerte. No desde luego como algo predeterminado, como un ente con vida propia o como un objeto de valor que se tiene o no se tiene, con el que se nace o no se nace. No creo en esas frases sentenciosas tales como "las desgracias no vienen solas", o "parece que hoy es tu día de suerte", porque creer en ella es como creer en las hadas, en la rueda del destino o en algún dios que escriba nuestra historia. Y es posible que todas estas cosas existan, pero como cada día soy más agnóstica, prefiero no creer en la suerte. Me quedo con este señor que riega sus tréboles de cuatro hojas, incansable. Aunque algunas veces algunos de ellos se malogren por las circunstancias.

No me he encontrado nunca un trébol de cuatro hojas. Pero ahora que lo pienso... tampoco nunca los he buscado.

jueves, 10 de abril de 2008

LO ESENCIAL



LO ESENCIAL

A los tres años quiso un beso, a los diez pidió con todas sus fuerzas una bicicleta, a los diecinueve deseaba irremediablemente a una mujer, a los veinticinco necesitaba un trabajo, a los cuarenta quería tener una casa más grande y desahogada, a los cincuenta rezaba para que sus hijos fuesen gente de provecho, a los sesenta y cinco se preocupaba por tener dinero en el banco para su futuro, a los setenta y siete volvió a querer un beso, y a los ochenta y seis años, postrado en una cama y rodeado de amigos, familiares y seguridad económica, sólo pedía desesperadamente y a gritos vivir.

LA INTELIGENCIA


LA INTELIGENCIA

Jaime era tan inteligente que se había dejado los ojos estudiando una carrera de Ingeniería para ser el mejor de su promoción; era tan inteligente que trabajaba doce horas al día para ganar un dinerillo extra aparte del sueldo envidiable que ganaba; era tan inteligente que se compró un piso en la playa y no en la montaña, como a él le gustaba, porque era mejor inversión; era tan inteligente que había conseguido el prestigio social que siempre había deseado, a costa de no ser él mismo; era tan inteligente que por las noches, se tragaba una pastillita de valium, cerraba sus ojos para no pensar en la jornada de mañana y, con un dedo metido en la boca, dormía como si fuese un recién nacido, esperando ser cobijado por los brazos de su mamá.

miércoles, 9 de abril de 2008


DICE UN PROVERBIO INDIO:

No hay que ser fuerte, sino flexible.

domingo, 6 de abril de 2008

EL GÉNERO EPISTOLAR


Antes de Internet, cuando la gente quería comunicar algo a otra persona cuidando las formas, los detalles, las palabras, pensando bien lo que quería decir, reflexionarlo antes, contarlo despacito o simplemente adornarlo, recurría a las cartas. Estas tenían el poder de suscitar emociones intensas y provocar alegrías o desilusiones. Pero lo cierto es que eran pocos los que se atrevían a escribir cartas comprometidas, cartas difíciles o amorosas, cartas que veía el cartero o la madre del o de la adolescente, cartas en las que había que poner un sello y esperar a que llegara a su destino con la inseguridad de que se perdiera o no por el camino. El género epistolar no gozaba de auge en aquellos días sin red mundial.
Sin embargo, miro a mi alrededor y me doy cuenta de que ahora está tan de moda, que no pasa un sólo día sin que la mayoría de la gente reciba o escriba una carta. Se entablan amistades por correo, se agilizan citas por correo, se envían y reciben noticias por correo y, llegando a un extremo nada deseable, se insulta por correo, y hasta se rompen relaciones por correo.
Realmente el género epistolar está cada vez más presente en nuestras vidas. Pero no creo que esto sea negativo. No sólo por la rapidez, la seguridad, la intimidad o la facilidad comunicativa, sino porque a veces decimos en los correos electrónicos aquellas cosas que no somos capaces de decir en persona, por temor a que no nos escuchen o a que no digamos al final lo que de verdad queremos decir, ya sea porque la palabra hablada es frágil y poco reflexiva, ya sea porque la vergüenza o el miedo nos lo impida. No creo que una persona deba explicar cosas importantes sólo por correo y luego evitar hablar en persona con su destinatario, porque sería muy cobarde por su parte, pero también pienso que sin llegar a esos extremos, es una revolución que se haya vuelto a la confesión escrita, a la magia de las palabras que no lleva el viento, al valor de acercarse a una persona para regalarle algún que otro sentimiento.
Pido perdón si alguna vez he parecido cobarde por usar el correo para comunicar lo que me era más fácil decir de forma escrita, pero... ¿no es esto al fin y al cabo lo que han hecho siempre los poetas?

miércoles, 2 de abril de 2008

MILTON ERICKSSON


Hace unos pocos días me enteré de que el fundador de la terapia breve estratégica fue un tal Milton Ericksson. La historia de este psiquiatra es impresionante y merece ser contada.
A los doce años de edad fue víctima de la poliomelitis. Unos meses más tarde, oyó cómo un médico les decía a sus padres:
-A su hijo le queda esta noche de vida.
Ericksson, viendo el sufrimiento de su madre al oír esas palabras, decidió no dormir hasta el amanecer, convencido de que si pasaba de esa noche, su madre no sufriría tanto.
Por la mañana, le gritó a su madre:
-¡Sigo vivo!
Desde ese momento decidió sobrevivir siempre un día más, para retrasar el sufrimiento de sus padres.
Setenta y ocho años vivió. Y dejó una gran cantidad de libros sobre las capacidades del ser humano para superar sus propias limitaciones, sobre la nueva terapia breve y, sobre todo, nos dejó su ejemplo y su entrañable sonrisa.