miércoles, 26 de marzo de 2008

NO CREO


No creo que sea muy inteligente, pero sí he aprendido a sacarle el máximo rendimiento a mi inteligencia.
No creo que sea muy valiente, pero sí he aprendido a convivir con mis miedos.
No creo que sea muy culta, pero sí he aprendido a utilizar mis pocos conocimientos.
No creo que sea muy coherente, pero sí he aprendido a aceptar mis contradicciones.
No soy nada perfecta, pero sí he aprendido a quererme tal y como soy.
No creo que sea muy equilibrada, pero sí he aprendido a no hacerles caso a mis neurosis.
No creo que sea muy sabia, pero sí he aprendido a sacarle provecho a mis experiencias.
No creo que sea muy sensata, pero sí he aprendido a disfrutar de mis locuras.
No creo que el mundo sea de color rosa, pero sí encuentro todos los días algún motivo para celebrar la vida.

martes, 25 de marzo de 2008

LOS ADVERSARIOS


PAOLO COELHO EN EL MANUAL DEL GUERRERO DE LA LUZ ESCRIBE:

Para luchar, es preciso mantener los ojos bien abiertos. Y tener al lado compañeros fieles.
Sucede que, de repente, aquel que luchaba junto al guerrero de la luz pasa a ser su adversario.

La primera reacción es de rabia; pero el guerrero sabe que el combatiente ciego está perdido en medio de la batalla.
Entonces procura ver las cosas buenas que el antiguo aliado hizo durante el tiempo que convivieron juntos; intenta comprender lo que lo llevó a un cambio tan repentino e inesperado de actitud, cuáles son las heridas que se fueron acumulando en su alma.
Busca descubrir qué es lo que hizo que uno de los dos desistiera del diálogo.
Nadie es totalmente bueno o malo; el guerrero piensa en esto cuando ve que tiene un nuevo adversario.

En la vida se va aprendiendo que no hay que tomarse las cosas de forma personal, que siempre todos tenemos alguna que otra razón para actuar como lo hacemos; se aprende a justificar los daños que nos han causado sin meternos de nuevo en la jaula del león; se aprende a dialogar con quien sí quiere escuchar, se aprende a no amar a quien no desea ser amado, se aprende a decir adiós, se aprende a ver más allá de los ojos del adversario, que algunas veces también nos toma como enemigo. Y a veces, sólo a veces, se le puede escuchar cuando estamos en silencio. Y entonces, sólo entonces, creeremos comprenderlo.

lunes, 24 de marzo de 2008

POR QUÉ CELEBRAR


A veces me planteo cómo se puede celebrar la vida sabiendo cuántos puñales se clavan en quién sabe cuántas espaldas todos los días, cuántas dictaduras visibles e invisibles nos manejan, cuántos monstruos enriquecidos, cuántas lágrimas de niños hambrientos y maltratados, cuántas injustas salvajadas, cuánto dolor. Y me pregunto qué hago yo haciendo un blog de celebración y no de denuncia.
Entonces reflexiono sobre qué es lo que hace sonreír a un niño a pesar de estar hambriento, por qué canta con su guitarra a la luna un Martín Fierro al que le han arrebatado todo, por qué sigue andando el caminante cansado, por qué no pierde el humor aquel anciano enfermo de tantas cosas, por qué sigue bailando el bailarín aquel que sólo tiene una pierna, por qué escriben con los pies aquellos que no tienen manos, por qué sigue soñando aquel que ha perdido algún sueño, por qué sigue creciendo el árbol al que le han arrancado alguna de sus ramas, qué hace al ser humano renacer cuando ha muerto en vida... Y no tengo más remedio que profundizar en esto, y dejar el blog crítico para ocasiones donde la sangre me hierva, porque lo difícil en esta vida no es evitar lo inevitable -esto es más bien imposible- , sino que con los ojos abiertos a la realidad, sacar la fuerza suficiente para enterrar la pena y desenterrar la maravilla, y, a pesar de todo, gozarla.
Como dice una canción: A veces el llanto se vuelve canto en el andar. Esta es la gran meta de mi vida.

Llegué a Bluefields, en la costa de Nicaragua, al día siguiente de un ataque de la contra. Había muchos muertos y heridos. Yo estaba en el hospital cuando uno de los sobrevivientes del tiroteo, un muchacho, despertó de la anestesia: despertó sin brazos, miró al médico y le pidió:
- Máteme.
Me quedé con un nudo en el estómago.
Esa noche, noche atroz, el aire hervía de calor. Yo me eché en una terraza, solo, cara al cielo. No lejos de allí, sonaba fuerte la música. A pesar de la guerra, a pesar de todo, el pueblo de Bluefields estaba celebrando la fiesta tradicional del Palo de Mayo. El gentío bailaba, jubiloso, en torno del árbol ceremonial. Pero yo, tendido en la terraza, no quería escuchar la música, no quería escuchar nada, y estaba tratando de no sentir, de no recordar, de no pensar: en nada, en nada de nada. Y en eso estaba, espantando sonidos y tristezas y mosquitos, con los ojos clavados en la alta noche, cuando un niño de Bluefields, que yo no conocía, se echó a mi lado y se puso a mirar el cielo, como yo, en silencio.
Entonces cayó una estrella fugaz. Yo podría haber pedido un deseo; pero ni se me ocurrió.
Y el niño me explicó:
- ¿Sabés por qué se caen las estrellas? Es culpa de dios. Es dios, que las pega mal. Él pega las estrellas con agua de arroz.
Amanecí bailando.

Eduardo Galeano (El libro de los abrazos)

domingo, 23 de marzo de 2008

LOS HERMANOS


CANCIÓN FOLKLÓRICA ARGENTINA
LOS HERMANOS

Yo tengo tantos hermanos
que no los puedo contar,
en el valle, la montaña,
en la pampa y en el mar.
Cada cual con sus trabajos,
con sus sueños cada cual,
con la esperanza delante,
con los recuerdos detrás.
Yo tengo tantos hermanos
que no los puedo contar.
Gente de mano caliente
por eso de la amistad,
con un lloro pa’ llorarlo,
con un canto pa' cantar,
con un horizonte abierto
que siempre está más allá
y esa fuerza pa’ buscarlo
con tezón y voluntad.
Cuando parece más cerca
es cuando se aleja más.
Yo tengo tantos hermanos
que no los puedo contar.
Y así seguimos andando
curtidos de soledad,
nos perdemos por el mundo
nos volvemos a encontrar.
Y así nos reconocemos,
por el lejano mirar,
por las coplas que mordemos,
semillas de inmensidad.
Y así seguimos andando,
curtidos de soledad,
y en nosotros nuestros muertos
pa’ que nadie quede atrás.
Yo tengo tantos hermanos
que no los puedo contar.
Y una hermana muy hermosa
que se llama libertad.

Atahualpa Yupanqui

sábado, 22 de marzo de 2008

LA NOTICIA


Paolo Coelho escribe en Makbut:

"Querido discípulo, he de darte una noticia que tal vez todavía no sepas. Pensé en suavizarla, en pintarla de colores mas brillantes, llenarla de promesas del Paraíso, visiones de lo Absoluto, explicaciones esotéricas pero, aunque todo eso exista, no viene ahora al caso.

Respira profundamente y prepárate. Debo ser directo y franco, y puedo asegurarte que tengo absoluta certeza de lo que estoy diciendo. Es una previsión infalible, sin margen de error.

La noticia es la siguiente: Vas a morir.

Puede ser mañana, o dentro de cincuenta años, pero, tarde o temprano, vas a morir. Aunque no estés de acuerdo. Aunque tengas otros planes. Piensa cuidadosamente lo que vas a hacer hoy. Y mañana. Y el resto de tus días."


¿Sería el mundo igual que ahora si todos conociéramos de verdad esta noticia?








sábado, 15 de marzo de 2008


Hay que hacer de todos los días vacaciones.

lunes, 3 de marzo de 2008

Sin tiempo para bocetos

He hecho muchas tonterías en mi vida. Hablar demasiado cuando debía haber callado, callar cuando debía haber hablado, precipitarme en mil proyectos en los que quinientos no eran realistas, confundir algún que otro sentimiento, no saber bien quién fue quién y cómo, saltar sin paracaídas en alguna ocasión, ser ingrata, ciega o sorda en algunas otras, herir sin querer, dejarme herir también, fumar algún cigarro... Sin embargo, depués pienso en todos los aciertos que he tenido, y doy gracias a mis tonterías porque ellas forman parte del camino de los aciertos, y me doy gracias también por permitirme fallar y perdonarme en seguida, por aquello de quererme y no detenerme más de lo necesario en los errores.
Dice Milan Kundera que en la vida no hay tiempo para ensayar bocetos, sino que hay que pintar directamente el cuadro. Aunque el cuadro de mi vida tenga algún que otro borrón, sigo pintando, sigo inventando, sigo creciendo.