domingo, 20 de abril de 2008

DROGADICCIONES


Como el drogadicto que necesita su droga y todo le recuerda a ella, así me siento yo hoy.
Estoy asomada a la ventana y el olor a tierra húmeda me lleva de repente a ese día nublado en que fui al Castaño del Robledo a comprar mermelada. Hace un momento me preparé un té con miel y su sabor me llevó al día en que me quedé a dormir en Benamahoma y salí al patio a contemplar la montaña que tenía enfrente. Esta mañana, cuando me estaba lavando la cara, me vino la misma sensación que tuve cuando me bañaba en la alberca de Jubrique este verano, con un paisaje de fondo que daba vértigo mirar...
Hay días en que las adicciones se alían con la memoria y ésta se vuelve completamente loca. Hoy es ese día. Todo me recuerda a mi droga. Nadie sabe. Nadie. Las ganas que tengo de ir al campo.

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