domingo, 10 de agosto de 2008
EN LA CIUDAD
De nuevo en la ciudad.
Llevo conmigo aún la imagen de las montañas en las pupilas, el aliento de la higuera, el sabor de las primeras moras, los huevos de campo, los tomates de huerta, las rosquillas caseras, la morcilla artesana, el queso de El Bosque, el olor del aire nuevo, los pulmones inflados, los tobillos más fuertes. Estoy ahora llena de todos los regalos que he recibido de las vacaciones. Espero que se vayan gastando muy lentamente. Al menos que me duren hasta que vuelva de nuevo a algún paraíso de estos que todos tenemos un poco más allá de nuestras ciudades con humo.
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