viernes, 11 de junio de 2010




El sabio aprende sin viajar
Comprende sin mirar
Alcanza sin actuar.

Lao tse. Tao Te King

Normalmente tendemos a la acción. Porque actuando nos parece que dentro de lo que cabe, podemos gobernar las circunstancias y que en parte somos nosotros los hacedores de nuestro destino.

Pero lo verdaderamente complicado es distinguir cuándo hay que actuar y cuándo hay que quedarse quieto, permanecer, como esta piedra de la fotografía, a un lado de los acontecimientos, intentando no influir sobre ellos. Esto es tan difícil que para llevarlo a cabo hay que tener una seguridad, una entereza y una fuerza fuera de lo que es común, sencillamente admirables. Yo, a ellos, a los que son capaces de realizar tal proeza, los llamo sabios.

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