martes, 5 de enero de 2010



Defender la alegría como una trinchera

defenderla del escándalo y la rutina

de la miseria y los miserables

de las ausencias transitorias

y las definitivas

defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias

y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía

de los ingenuos y de los canallas

de la retórica y los paros cardiacos

de las endemias y las academias

defender la alegría como un destino

defenderla del fuego y de los bomberos

de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio

de la obligación de estar alegres

defender la alegría como una certeza

defenderla del óxido y de la roña

de la famosa pátina del tiempo

del relente y del oportunismo

de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno

de las mayúsculas y de la muerte

de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.

Mario Benedetti


He pedido a los Reyes Magos una Antología poética de Mario Benedetti -El amor, las mujeres y la vida-, un cuaderno para escribir y, como me ha aconsejado mi hija que me conoce bien, unos cuantos polvos mágicos de hada para volar.


-Aunque mamá... se puede volar sin polvos de hada, ¿verdad?


Y me río. Porque es verdad. Ella lo sabe. Porque ella hace tiempo que aprendió a volar.


1 comentario:

  1. joooo, yo kiero polvo de hadas porque me lo agotaron entre todos, y prometo y perjuro ke trato de sacarlos pero balsfemo tanto y aguanto tanto mi pena enferma de hada destronada ke ya no se como se rie , asi ke espero el desafío de volver a renacer como ave fenix. Dulcura en tu blog, entro para buscar consuelo en ocasiones y para no olvidarme porque sabeske...soy Olvido...besitos de escarabajo acaramelados.

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