lunes, 12 de octubre de 2009



A ti, que a veces andas regular y otras dices que te falta algo, quiero contarte un secreto que he aprendido este fin de semana en el campo, cuando me encontré con una bruja detrás de unos matorrales. Es un hechizo mágico, una fórmula contra la insatisfacción.

Cuando esa brujita me lo dijo, en voz muy baja, se me refrescó la garganta, se me renovó el aire, me sentí ligera. Escúchalo bien. Me dijo:


-Alguien, en algún lugar, ahora mismo, te necesita.

En seguida pensé en decírtelo, porque sé que alguien te necesita, porque eres necesario en el mundo. No lo olvides.
Nunca lo dudes.

(Yo, por ejemplo, te necesito).


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