lunes, 24 de agosto de 2009

PERSEVERANCIA




"El escritor brasileño Nelson Rodrigues estaba condenado a la soledad. Tenía cara de sapo y lengua de serpiente, y a su prestigio de feo y fama de venenoso sumaba la notoriedad de su contagiosa mala suerte: la gente de su alrededor moría por bala, miseria o desdicha fatal.

Un día, Nelson conoció a Eleonora. Ese día, el día del descubrimiento, cuando por primera vez vio a esa mujer, una violenta alegría lo atropelló y lo dejó bobo. Entonces quiso decir alguna de sus frases brillantes, pero se le aflojaron las piernas y se le enredó la lengua y no pudo mas que tartamudear ruiditos.

La bombardeó con flores. Le enviaba flores a su apartamento, en lo mas alto de un alto edificio de Rio de Janeiro. Cada día le enviaba un gran ramo de flores, flores siempre diferentes, sin repetir jamás los colores ni los aromas, y abajo esperaba: desde abajo veía el balcón de Eleonora, y desde el balcón ella arrojaba las flores a la calle, cada día, y los automóviles las aplastaban.

Y así fue durante cincuenta días. Hasta que un día, un mediodía, las flores que Nelson envió no cayeron a la calle y no fueron pisoteadas por los automóviles.
Ese mediodía, él subió hasta el piso último, tocó el timbre y la puerta se abrió".

EDUARDO GALEANO. El libro de los abrazos.

No te rindas. Esas son las tres palabras más útiles que uno puede regalarse a sí mismo, y regalar a los demás.


1 comentario:

  1. Hola, si supieras cuanto me gusta tu blog, es fantastico, todos los dias espero ansiosa tu posteo, el de hoy fue excelente, es exactamente lo que le hacia falta a mi alma alicaida. Gracias por traerme ese pequeño cuento. Fantastico, sublime, sanador...gracias gracias gracias.
    Laura

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