"Vivo únicamente porque puedo morir cuando quiera. Sin la idea del suicidio, si no fuera por la posibilidad del suicidio, ya me habría matado". E.M. Cioran
Parece paradójico, cómico y absurdo, pero este aforismo encierra una gran sabiduría. Cioran parte de la base de que estamos absolutamente determinados por circunstancias, cultura, genética, educación..., pero afirma que la única libertad que le queda es la de poder elegir si seguir vivo o no.
Saber que al menos tenemos esa mota de libertad, nos libra del absurdo existencial absoluto, porque esa simple elección nos da el poder de ser los dueños de nuestras vidas.
Se siente alivio al saber que al menos en algo somos totalmente libres.
Desde luego que sí, y no hay mejor alquimia que la de la palabra.
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