sábado, 13 de septiembre de 2008
MÚSICA TRISTE
Mi hija no quiere oír música triste. Se niega a hacer lo que hacemos los adultos de vez en cuando para recrearnos en vivencias y nostalgias, deleitándonos con una música que nos provoca pena o melancolía. Seguramente no comprende por qué los que estamos más o menos contentos, soportamos esa clase de melodías sin estallar a llorar y sin necesidad, y seguramente sería interesante preguntarnos el porqué nos gusta a veces escucharla.
Ella me ha hecho recordar con su actitud, que los sentimientos negativos innecesarios nos distraen de los positivos, que hay que buscar en nuestras vidas únicas cuantos más momentos alegres mejor. Por eso he decidido poner en el blog hoy una de sus canciones favoritas. Nuestra Celia Cruz endulzando una vida -nada fácil-, con su azúcar brillante, cantando una versión maravillosa del Sobreviviré.
¿Alguien desea bailarla conmigo?
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Yo me apunto. No sé bailar, ¡pero se puede aprender!
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Henry el Explorador