martes, 25 de marzo de 2008

LOS ADVERSARIOS


PAOLO COELHO EN EL MANUAL DEL GUERRERO DE LA LUZ ESCRIBE:

Para luchar, es preciso mantener los ojos bien abiertos. Y tener al lado compañeros fieles.
Sucede que, de repente, aquel que luchaba junto al guerrero de la luz pasa a ser su adversario.

La primera reacción es de rabia; pero el guerrero sabe que el combatiente ciego está perdido en medio de la batalla.
Entonces procura ver las cosas buenas que el antiguo aliado hizo durante el tiempo que convivieron juntos; intenta comprender lo que lo llevó a un cambio tan repentino e inesperado de actitud, cuáles son las heridas que se fueron acumulando en su alma.
Busca descubrir qué es lo que hizo que uno de los dos desistiera del diálogo.
Nadie es totalmente bueno o malo; el guerrero piensa en esto cuando ve que tiene un nuevo adversario.

En la vida se va aprendiendo que no hay que tomarse las cosas de forma personal, que siempre todos tenemos alguna que otra razón para actuar como lo hacemos; se aprende a justificar los daños que nos han causado sin meternos de nuevo en la jaula del león; se aprende a dialogar con quien sí quiere escuchar, se aprende a no amar a quien no desea ser amado, se aprende a decir adiós, se aprende a ver más allá de los ojos del adversario, que algunas veces también nos toma como enemigo. Y a veces, sólo a veces, se le puede escuchar cuando estamos en silencio. Y entonces, sólo entonces, creeremos comprenderlo.

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