lunes, 14 de enero de 2008

LA OTRA LIBERTAD


Dice Séneca: "Te pondrán en una pocilga o en un castillo, que tú estarás bien, pues esto depende del huésped, no de la casa."

Cuando al protagonista de Cadena perpetua lo castigaron durante unos días a una celda oscura donde no podía ni ponerse de pie, salió y sus compañeros de la cárcel le preguntaron que cómo había sobrevivido a semejante castigo. Él, muy tranquilo, les contestó que había estado escuchando a Mozart todo ese tiempo. Los compañeros le dijeron:
-Pero, ¿te han dejado poner música mientras estabas en ese agujero?
Él, señalándose la cabeza, les contestó:
-No me hizo falta. Lo tenía aquí.

La felicidad depende de uno mismo. ¿Hay algo más justo que esto?

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