Ahora se han puesto de moda estas revistas de pseudopsicología, que proclaman "cómo ser felices en una semana", "cómo mejorar la autoestima en veinte días" o "visualiza lo que desees y lo conseguirás". Y entonces te cuentan que te levantes por la mañana y te digas a ti mismo: Qué guapo soy, qué maravilloso es el mundo, qué buen día voy a tener, conseguiré todo lo que me proponga o visualizaré al novio que quiero conocer. Pero ¿qué pasa si no eres guapo, si descubres que el mundo no es a veces tan maravilloso como creías, que no has conseguido lo que te proponías, que hoy no has tenido un buen día que digamos, y que conoces a un hombre o a una mujer que no se amolda al ideal que has visualizado?
Esas revistas fomentan a menudo la frustración, el autoengaño y la superficialidad. La autoestima no consite en sobrestimarnos, porque entonces sólo nos querremos y aceptaremos si nos vemos perfectos -un amor hacia nosotros mismos con condiciones-, sino que debe estar basada siempre en la realidad. Esto quiere decir que deberemos querernos aunque seamos feos, perdonarnos si hemos fallado, consolarnos cuando no hayamos tenido suerte y seguir adelante teniéndonos como amigo en las búsquedas personales. En fin, que seamos como seamos, pase lo que nos pase y hagamos lo que hagamos, nos amaremos incondicionalmente.
Mirémonos al espejo. Aprendamos a vernos, a comprendernos, a consolarnos, a perdonarnos, a empezar de nuevo, a convivir con lo que no nos gusta de nosotros, a saber que somos el único caminante que estará para siempre a nuestro lado en este trayecto vital y también único. Merece la pena llevarnos bien con él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario