sábado, 26 de junio de 2010
miércoles, 23 de junio de 2010
La naturaleza hoy, en el día más largo del año, debe andar borracha de luz. Hay que celebrarlo. Voy a encender mi hoguera particular en mi playa particular y bailaré alrededor de ella esperando a que acabe la noche. Las noches siempre acaban por muy largas que sean, pero esta noche el día llegará pronto, la oscuridad será más corta.
Quizás hoy nuestras penas, las negras, si las tenemos, durarán menos.
sábado, 19 de junio de 2010
Si hay un lugar para todo
si alguna vez todo vive en su lugar
en ese límite
entre lo que aparece
y lo que desaparece
entre lo que se oculta
o se desvela
donde lo invisible
sea solo un punto inútil,
anecdótico
de la existencia.
Si hay algún sitio
donde lluevan llaves
o mejor dicho
donde no haya puertas
algún sitio donde depositar la sed
o la muerte
o los paraguas perdidos
o las cartas que se queman
o las palabras sin usar
o los días que pasaron
o la ternura no entregada.
Si existe un lugar para todo
hay una posibilidad de que el recuerdo
aún pueda estar a salvo.
si alguna vez todo vive en su lugar
en ese límite
entre lo que aparece
y lo que desaparece
entre lo que se oculta
o se desvela
donde lo invisible
sea solo un punto inútil,
anecdótico
de la existencia.
Si hay algún sitio
donde lluevan llaves
o mejor dicho
donde no haya puertas
algún sitio donde depositar la sed
o la muerte
o los paraguas perdidos
o las cartas que se queman
o las palabras sin usar
o los días que pasaron
o la ternura no entregada.
Si existe un lugar para todo
hay una posibilidad de que el recuerdo
aún pueda estar a salvo.
martes, 15 de junio de 2010
Una compañera de trabajo me contó el otro día que en cierta ocasión pasó por una depresión, y tuvo que tomarse un medicamento muy fuerte que la dejaba casi del todo insensible. No sufría por nada, pero tampoco gozaba por nada. No tenía deseo de ningún tipo; ni sentía ni padecía. Por supuesto, una temporada así le vino muy bien para recuperarse, pero después de un tiempo, decidió que eso no era vida y que ya era hora de volver a ser la de antes.
El poder de la química en nuestro cerebro es muy poderoso, incluso se entiende por qué hay personas que son por naturaleza excesivamente frías o apasionadas, quizás porque su química particular les dificulta ser de otra forma, pero dentro de un cerebro más o menos normal, ese que casi todos nosotros tenemos, las circunstancias amargas por las que pasamos, pueden hacernos elegir ser más estoicos, fríos o insensibles, o por el contrario, asumir el riesgo de la herida y caminar a la intemperie. Para alguien que quiera gozar plenamente y sentir de verdad, no hay otra manera de vivir.
A veces me hubiera gustado ponerme una armadura, de verdad. Hay cosas que duelen demasiado. Pero miro mis llagas y ellas me recuerdan que he vivido, que aún sigo viva.
viernes, 11 de junio de 2010
El sabio aprende sin viajar
Comprende sin mirar
Alcanza sin actuar.
Lao tse. Tao Te King
Normalmente tendemos a la acción. Porque actuando nos parece que dentro de lo que cabe, podemos gobernar las circunstancias y que en parte somos nosotros los hacedores de nuestro destino.
Pero lo verdaderamente complicado es distinguir cuándo hay que actuar y cuándo hay que quedarse quieto, permanecer, como esta piedra de la fotografía, a un lado de los acontecimientos, intentando no influir sobre ellos. Esto es tan difícil que para llevarlo a cabo hay que tener una seguridad, una entereza y una fuerza fuera de lo que es común, sencillamente admirables. Yo, a ellos, a los que son capaces de realizar tal proeza, los llamo sabios.
lunes, 7 de junio de 2010
Según Eduardo Punset, para contrarrestar los efectos de un solo insulto, hacen falta cinco elogios. Bueno, supongo que esto será dependiendo de quién nos insulte, de quién nos halague, y de cómo vivamos nosotros ambas situaciones, pero de lo que sí estoy segura es de que los elogios son un regalo gratuito que nos cuesta a menudo dar y que seguramente, para la persona que los recibe, son más valiosos que cualquier obsequio material. Deberíamos acostumbrarnos a decir cada vez que se nos presente la ocasión, algo bueno que pensemos de las personas que nos rodean, algo tan simple como atrevernos a regalar palabras. Que no se nos quede dentro ese regalo.
martes, 1 de junio de 2010
"No afrontamos las dificultades porque sean difíciles, sino que son difíciles porque no las afrontamos".
Séneca
Si esperamos a hacer algo hasta que de verdad nos sintamos preparados, seguramente nos quedaremos sin hacer grandes cosas. Hay asuntos para los que jamás nos sentiremos preparados, pero no por eso habría que dejar de hacerlos, porque parte de esta preparación está precisamente en la práctica.
Seguramente hay pocas mentes tan lúcidas que se perciban preparadas para las grandes decisiones de la vida. Y sin embargo afortunadamente el mundo está lleno de pequeñas proezas al alcance de todos y de valientes anónimos, que saben hasta qué punto a veces no hay que pensar en exceso, y se lanzan, a pesar de la duda, el miedo o la dificultad, a luchar contra sus propios dragones.
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