sábado, 10 de abril de 2010



"El dolor aligera su carga cuando uno cae en la cuenta de que como todas las cosas de este mundo, tendrá un final".

Bruno Bettelheim

Reconciliarse con el tiempo, dejar que el dolor se tome su tiempo, son tareas que en la actualidad al ser humano le cuesta realizar porque parece que siempre va corriendo a todas partes. El dolor es mayor cuando uno cree que no va a acabar nunca, cuando la prisa está en medio, estorbando su ritmo natural, porque la prisa es exigente, y hace sentir culpable al que no es capaz de ir más rápido. Pero si el dolor no es eterno porque nada lo es, ¿por qué atormentarse por el tiempo necesario para digerirlo por completo?

Hay que dignificar el dolor. Hay que tenerle paciencia.


2 comentarios:

  1. Hasta a nuestras partes sombrías hay que darles cobijo de tanto en tanto, que luego se enfadan y se sienten discriminadas.

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  2. Dolor que penetra en el alma y a veces se instala como un invitado no esperado.

    Dolor mío, dolor profundo, dolor amigo, te respiro, te intento dejar estar, pero ten piedad...

    F. kalho

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