jueves, 1 de octubre de 2009
LA LUPA MÁGICA
Cuando tenía siete años, conseguí una lupa mágica. Con ella miraba la luna y la veía totalmente distinta. Era gigante, naranja y llena de agujeros. Hoy tengo aún la imagen de aquella luna que estoy segura de que vi, y pongo la mano en el fuego de que no solo era una ilusión óptica deformada por la edad.
Tengo la sensación de que todos los días vemos lunas llenas de agujeros, que pasan por nosotros y apenas les hacemos caso. Ellas llaman al niño de siete años que un día fuimos, pero nosotros nos empeñamos en creer que son productos de nuestra imaginación, imágenes imposibles que debemos de borrar.
Hoy quiero ir a la luna naranja y saltar dentro de algún cráter misterioso. Desde allí te haré señas para pedirte que vengas a saltar conmigo.
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Una luna naranja es maravillosa... esta entrada me ha encantado. Soy Kindlist, pero con el nombre cambiado, y con nuevo blog. Está lleno de espontaneidades, caos y descaros.
ResponderEliminarUn abrazo.