jueves, 2 de julio de 2009

PARA EL NUDO EN LA GARGANTA


Cierra los ojos. Imagínate algo. Vas andando por un bello paisaje. Llevas una maleta muy pesada, llena de todas las preocupaciones, quehaceres, deseos insatisfechos, frustraciones, tristezas y algún nudo que llevabas en la garganta... La maleta es muy pesada, así que la dejas en la rama de un árbol, un árbol destinado a recoger maletas pesadas. Ahora te sientes ligero, nada te preocupa, te sientes libre.

Llegas a una montaña muy alta. Subes sin ninguna dificultad. En la cima puedes observar el mundo, quieto y silencioso. Entonces poco a poco te conviertes en un gran halcón y sin pensarlo te dejas caer desde la cima y despliegas tus alas. Inicias el vuelo. Sientes el viento en la cara y el vértigo de estar volando allí solo, sintiendo claramente el misterio de estar vivo.


Ahora aparece otra ave como tú. Te mira. Habláis con la mirada. Entonces te acercas a ella y ella se acerca a ti. Nada ni nadie os lo impide. Voláis los dos juntos compartiendo el vuelo. Puedes estar así el tiempo que quieras.
..

Cuando tú lo decides, vuelves a la montaña y recobras tu figura humana. Bajas al suelo de nuevo y recoges tu maleta. Está menos pesada que antes. La abres. Descubres que dentro de ella hay un pequeño mensaje para todo lo que te pesaba. Los lees. Esto lleva su tiempo...

Ya puedes abrir los ojos. Cuando quieras puedes volver a este mundo. Allí te estarán esperando el árbol, las alas y si tú quieres, el ave que vuela a tu lado. Que siempre volará a tu lado.

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