Anabel, 14 años. Esto es lo que escribió hace pocos días. Para que luego digan que la adolescencia está perdida:
"Una vez me preguntaron para qué vivimos. Hoy me lo pregunto. Vivimos para aprender de un mundo que luego dejaremos, vivimos para conocer personas que un día se irán, vivimos para caernos y levantarnos, para ser felices. Muchas veces veo cómo la gente hace infelices a otras personas, matándolas, arruinándolas, quitándoles algo que aprecian. A mí me han enseñado a sacar el lado positivo de las cosas, a ser feliz sin hacerle daño a nadie y a aprender de mis errores.
¿Para qué vivimos? Creo que nunca encontraré la repuesta. Yo por si acaso voy a disfrutar de la vida".
Felicidades Anabel, por tu escrito…claro que no todos los adolecentes piensan igual mal iríamos, pero esta semilla tan fértil hay que cuidarla.
ResponderEliminarUn beso guapa sigue así
Este detalle de esta chica enciende una luz de esperanza entre los adolescentes de hoy, que parecen tener el rumbo perdido...
ResponderEliminarFelicítala de mi parte.
Quizá mi comentario peque de ser demasiado subjetivo.
ResponderEliminarYo pienso que los adolescentes que están tan perdidos, están tan perdidos como la mayoría de adultos que no quieren reconocerlo. Hay gente que no encuentra rumbo por mucho que busque.
Para los adolescentes que buscan algo o creen discenir, es una etapa muy complicada, porque parece que se empieza a entender algo; pero para madurar hay que fallar y cagarla. Es una especie de tempestad continua durante 6 ó 7 años. Me arriesgo a decir que la forma en que se sobrevive a esta tempestad define a casi cualquier persona. En fin, son muchas cosas, y creo que no lo he explicado la mitad de bien de cómo lo pienso. Creo que en definitiva, los adolescentes necesitan más alas y buenos consejos, y menos supersticiones.
Un beso, Kindlist